Domingo por la noche. Tras un descanso debido, decidí ir al Mercado de San Miguel. Es uno de mis lugares más favoritos en Madrid. Ubicado en la una pequeña plaza del mismo nombre, el Mercado de San Miguel conserva su estructura original de hierro del principios del siglo XX.
Hoy en día es un centro cultural culinario con puestos que ofrecen productos de gran calidad, desde hortalizas y frutas hasta mariscos y carnes. También se puede degustar de los mejores platos tradicionales que se asocian con la gastronomía española.
Yo siempre voy por las tapas que se preparan en ese local y con el fin de pasar un rato amable en un ambiente acogedor. Una tapa es esencialmente un aperitivo que se sirve en algunos bares o restaurantes acompañando a la bebida El domingo fui con el el objetivo de ir de tapa. Es un rito importante que forma parte de la identidad española.
Cuando llegué al Mercado, me encontré con una pequeña sorpresa. Se celebraba una feria de la comida gallega con productos identificativos de la cultura gastronómica gallega. Tenían tantas delicias: pescados y mariscos, panes y dulces gallegos, carnes y productos de la tierra, vinos procedentes de Galicia. Estaba en la gloria. Y no faltaba la música. Tenían un gaitero con tambor y otros acompañantes.
Si no me conocen, soy un aficionado de las tradiciones y costumbres gallegas.Y pasé mi primera noche en Madrid genial.
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