
Un vez consumido el jamón, salí para pasear por las calles de Madrid y ver la ciudad con sus brillantes plazas iluminadas. La noche con una luna preciosa me animaba. Tanto que ver y tan poco tiempo. Pero aproveché mi tiempo. Cerca de la Iglesia de San Ginés, junto a la calle Arenal, me paro para probar el famoso chocolate de aquel local. Una experiencia sabrosa. Y sigo caminado hasta llegar al Edificio Capitol en la Plaza de Callao, donde me paro a contemplar el letrero de Schweppes.
Madrid se mueve; hay constante movimiento. La plaza y el edificio forman un espacio emblemático. Y hago mi paseo sin parar.
Edificio Capitol |
Así paso unas horas hasta volver a mi hotel para descansar y preparar mis maletas para la vuelta a EEUU.
No hay comentarios:
Publicar un comentario